lunes, 6 de junio de 2016

Un asesino en serie

Un escalofrío recorrió mi espalda. De nuevo había pasado. Era el tercero que aparecía de semejante guisa, colgando desnudo, boca abajo y destripado. La visión era espeluznante. Y lo más triste era darme cuenta de que la policía había pasado de tenerme entre los sospechosos a tratarme como un demente. Los propios agentes ya no hacían caso ni a mis llamadas ni a las denuncias presentadas en la comisaría. Sus caras cuando les contaba los horrendos sucesos rayaban la incredulidad, el escepticismo, la burla... Ya no sabía qué hacer para que no me viesen como el culpable y que tomasen cartas en el asunto. ¿Es que a nadie le importaba que se sucediesen tan macabros hechos? ¿Acaso tendría que ser yo el tratase de aclararlo todo? Pues así será. No cejaré hasta dar con el culpable, y cuando me entere quién le está haciendo esto a mi colección de geyperman lo pagará bien caro. Y comenzaré con la única persona que en todo momento estuvo allí y que sé que es capaz de ello: mi mujer.

                                                                                                               Publicado el 7 de enero de 2016